Santiago del Estero se caracteriza por ser un destino turístico con fuerte convocatoria en temporada invernal, sin embargo, en estos últimos años y con el esfuerzo de distintos actores se logró romper con esta lógica. La creciente oferta hotelera en calidad y variedad la convierten en un atractivo lugar de descanso, respaldada por sus aguas termales, su gastronomía típica y los espacios de interés recreativo que allí se encuentran.